Teodoro usa el término Borbón
para referirse a los políticos que no saben corregir un rumbo errático y que, por
el contrario, lo ratifican. Como Nicolás
Maduro, por ejemplo.
Nicolás escogió la ruta del
control partidista desde el ejecutivo para apoderarse del fulano legado, una
herencia sobrevenida que lo puso en un cargo que lo sobrepasa. Borbón al fin,
se dedicó replicar en Miraflores las
conspiraciones que lo llevaron a destrozar la Cancillería. Tuvo éxito al salir
del zar de PDVSA, hoy preocupado por
Lula, y llevar a Diosdado a su mínima expresión.
Al concentrar sus acciones en lo
palaciego, olvidó el detalle de gobernar al país en medio de la peor crisis
económica y política desde el Tratado de Coche. La tragedia social que le propinó
al PSUV su peor derrota electoral es recordada con nostalgia, vista la
dimensión de crisis humanitaria que esto
está adquiriendo.
Sigue con las repeticiones
publicitarias de cuando había real, pero
sin éxito alguno: no aprende, insiste en el error. De paso, redujo el mito
carismático de Chávez al de un señor con mucho dinero.
Oportunista hasta la exageración,
se reúne con empresarios ofreciéndole apoyo para invertir en compañías productivas
y en la tarde agita a unos funcionarios públicos para que vayan a sabotear con
botellazos las sesiones de la AN, donde se aprobarán leyes que consolidarían lo
que en la mañana prometió.
Su aislamiento nacional e
internacional crece. Del entierro de Chávez a la caravanita de guardaespaldas
hecha el 05-03-16, solo con Daniel Ortega y el espectro de un Evo Morales
en vías de extinción, hay un trecho que evidencia como el derroche del legado
llegó a los límites de la sobrevivencia del PSUV y en ese partido lo saben.
Por segunda vez Diosdado hace un
acto paralelo, con los centauros reclamando su parte de la herencia. Uno fue el
4F y el otro 5M. DC salió con Jorge Rodríguez, el aliado más inseguro del
oeste, fotografiados delante de una pancarta con el mismo NO del RR del 2004.
No aprende.
Compra estabilidad dándole plata
al ejército: les asigna contratos exclusivos a sus compañías de seguro,
fortalece sus bancos, les crea compañías petroleras, los mete en el ecocidio
ese llamado el Arco Minero cuya pestilencia ya mandó un adelanto macabro: 28
mineros asesinados en Tumeremo.
Encabeza un gobierno paralizado
por sus contradicciones, todo ministro tiene otro que lo desdice, salvo la de Prisiones.
La política cambiaria sigue secuestrada por los asaltantes de la renta
petrolera. En medio de esa turbulencia se siente protegido por su experiencia
en la Casa Amarilla, pero sin el apoyo de La Habana y con Lula concentrado en
sus problemas.
Yo apuesto a la renuncia, nos
puede ahorrar el gasto que significa un RR que no ganaría ni en Cuba y que le
daría vida al PSUV como partido, no en balde crece el sentimiento chavista
antimadurista. No tiene la alternativa del gobierno de Burdeos que le ofreció
Napoléon a Fernando VII, la visita de Obama y la ratificación del decreto lo
confirman.
Como buen Borbón que es no
abdicará, quebrará a su partido y a sus instituciones con ese intento suicida
de desconocer a la AN. Convoquemos el referéndum por un tema de salvación nacional.
Las caídas de los borbones siempre han sido muy traumáticas, este país merece
paz.
@rricardorios1
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