martes, 30 de septiembre de 2014

la Telepatía del Hambre


Estamos "semi-incomunicados", si me perdonan el horroroso neologismo que bien pudo salir de las fértiles mentes de los explicadores de lo imposible que cobran sus salarios en el SNMP. La caída en serie de puentes, más una protesta justa de algún pueblo que busca destacar su puesto en el mapa de las ofertas incumplidas del presidente saliente; puso de relieve que el oriente y el occidente del país está conectados por cosas muy frágiles. San Sebastián de los Reyes en paro y el puente de Cúpira destruido por la negligencia oficial, nos puso a dar vueltas por ese lunar Mar de la Tranquilidad que son las carreteras del estado Guárico. Después de mucho tiempo, volví a pasar por San José de Guaribe y por Valle Guanape sin mayores ejercicios de nostalgia, allí el mal gobierno se nota en cada curva, como hace 10 años. Un sistemático palo de agua anegó todos los huecos de esa carretera para goce y disfrute de los reparadores de trenes delanteros, muñones, etc. Una quebrada sirvió de complemento salarial a los habitantes de San José, quienes cobraban lo suyo por sacarle el carro a uno de los barriales arrastrados por una quebrada jamás embaulada y mil veces desbordada. Una vía llena turistas ansiosos porque no conocen una ruta que no tiene señal alguna en los cruces, gasolineras que solo le venden gasolina de 95 a los locales y un montón de renovadores de precios de todos los insumos simples: agua, goma de mascar, papitas se congregan para subrayar que fue Diosdado quien paró la autopista de Oriente, por órdenes del  inquilino de Miraflores en trámites de desalojo electoral. Como si faltaran cosas, se volteó un camión cava lleno de pollos para Mercal, cerca de La Aguadita y allí empezó el mini saqueo que motivó  el título. En esa zona sin cobertura de celulares, en pleno palo de agua y al descampado, se produjo una concentración de lugareños, armados de bolsas plásticas de todos los tamaños, prestos a tomar su gota de petróleo. Mientras me ajustaban el tren delantero en un taller precario, vi cómo la noticia se propagaba con la velocidad del hambre. "el hambre no sabe esperar" dijo el filósofo ajustador de muñones  y allí entendí lo que le pasó a Hugo en Guayana: las condiciones objetivas son la red inalámbrica que creó el consenso  contra  la fantasía reeleccionista, los obreros reclamaron sus derecho reales contra la demagogia continuista. No es pequeño el compromiso asumido por Capriles al decir que firmará los contratos colectivos. El camión lo saquearon porque hay gente que se acuesta sin cenar, los obreros exigieron lo que les corresponde. Los turistas tenemos una paciencia mayor pero la rabia es la misma y la solución también. Hay un camino.

@rricardorios1

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