El pasado jueves 21-08-14 hubo
un encuentro muy especial convocado por una organización de origen electoral
llamada Ciudadanos por la Unidad. Fue un acto de bajo presupuesto y alto
entusiasmo convocado para exponer la necesidad que tenemos los ciudadanos de
pie de que la Unidad, con mayúsculas, ocurra en Venezuela.
Lejos del espíritu de los organizadores la búsqueda de unanimismos
o consensos contranatura. Para los 15 oradores, la Unidad es el nombre propio
de la política que debe guiarnos en la creación de la nueva y sólida mayoría
que el país requiere para superar el descalabro que representa Maduro.
Fue un acto de activistas vecinales, gremiales, juveniles,
académicos, artistas, comunicadores, militantes políticos, etc. que encontraron el hilo común de superar la
polarización convocando al país a una lucha unitaria en lo social y en lo
político, a fin de construir los consensos que se requieren para superar este
rato amargo de corruptelas, sectarismo, improvisación y represión arbitraria e
ilegal que se perpetra desde Miraflores en contra de todos los ciudadanos.
Se hermanaron en el discurso las luchas de los sidoristas con la
de los vecinos de Valencia que reclaman los malos servicios. Rimaron las voces
potentes de dirigentes de ambos polos de la ciudad en contra de la inseguridad
y las tarjetas de racionamiento “biométricas”. Los profesores universitario
tienen montada su lucha salarial en el mismo tren con los obreros. El
movimiento estudiantil le dio relieve a las luchas dio todos los estudiantes en
todas las universidades. La libertad de los presos políticos fue exigencia
reiterada. Sendas cartas de Ramón Guillermo Aveledo y Pompeyo Márquez
colaboraron en la creación de un ambiente de encuentros y de libre reflexión. Con
la rigurosamente tolerante conducción de Alonso Moleiro, Chuo Torealba y Kico
se logró algo dinámico y con contenidos.
No fue un evento de independientes asépticos y antipolíticos. Al
contrario, se le dio especial importancia al rol de los partidos políticos en este
gran consenso sin sectarismos, mezquindades o frases revanchistas. Quedó claro
que está en nuestras manos la responsabilidad de lograr que tantos anhelos sean
satisfechos, que no hay mesías salvadores sino actuación ciudadana de gran envergadura
para la construcción de esta nueva
mayoría.
No fue un acto aislado, sino
que forma parte de una cadena de eventos orientados a promover la ampliación de
nuestros conceptos, muchas veces sectarios, hacia los horizontes del cambio
requerido. Sin ambages, se priorizó la ruta democrática escogida como el camino
a seguir, con más interés en detectar las coincidencias que en destacar las
diferencias. La sensación de que algo
bueno pasó ese jueves por la mañana fue generalizada entre los presentes.
Hace falta mucha gente haciendo bien muchas cosas para ganar. La
Unidad no es tema exclusivo de nadie, es una cosa propia de los ciudadanos porque
en esto se nos va la vida
@rricardorios1
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