martes, 16 de septiembre de 2014

La MUD guarimbera


Sin  la palanca que teníamos para comunicarnos con los trazadores de nuestros destinos, es decir, lamentando la muerte de Michelle Ascencio, nos toca afrontar esto desde nuestra limitada esencia vital.

La agudización de la crisis ha convertido a la Oposición en un árbol lógico: en cada nodo hay dos decisiones que tomar, parecemos a Wilfrido: ¿Seguimos? ¿Paramos? ¡Ron pa’ to’el mundo! Nadie tiene claro si la guarimba es un error  o un acierto total o parcial. Como suele decir Pompeyo: “de toda lucha quedan victorias, lo malo es cuando son menos que las derrotas”. 
Creo en la ruta electoral como el camino para enrumbar a Venezuela hacia derroteros más promisorios, a pesar de su poca motivación épica, pero confiado en lo  duradero de sus resultados dada su lenta cocción. Esa es la línea mayoritaria en la MUD, el mejor esfuerzo unitario de los últimos tiempos, mejor en términos electorales.  Declarado el principio, avancemos hacia el final.

A nuestros resultados, nada malos por cierto, siempre les falta “un poquitico” para lograr la victoria. Estoy convencido de que como estamos organizados ahora y con la política social engatillada, estamos impedidos de lograr la meta. No tenemos plata,  ni estructura organizativa para abordar victoriosamente el venidero proceso parlamentario.  Basta recordar que no hemos podido cubrir el padrón electoral completo, los testigos son nuestra principal falla. No es para flagelarnos, nuestros equipos técnicos bastante han hecho para derrotar el fraude electrónico, no así nuestros responsables del aparato electoral.  

Maduro ha resentido la protesta al extremo de pedir cacao en  NY Times, a la vez que desconoce la voz de las elecciones y arrecia la represión militarizando ciudades. Sus paramilitares comienzan a sentir las reacciones a sus acciones, Newton dixit. No está derrotado, pero ya no es todopoderoso. Se habla de gobierno de transición.

Parece absurdo que con tanta virulencia en las calles y  las encuestas hechas en ciudades diciendo que nuestro electorado no ha cambiado y apoya las protestas, salga uno a hablar de las elecciones parlamentarias;  pero, ese es el punto de quiebre del árbol lógico: convencidos de que nuestra mitad no basta para ganar, los de la Salida buscaron a los abstencionistas para completarla. Otros decimos que las guarimbas impiden la comunicación con el pueblo chavista, sector imprescindible para ganar, molesto por el fracaso sistémico del Plan de la Patria, que resultó ser un plan de atraco a las arcas nacionales. En el medio, aventureros de medio pelo, agentes extranjeros y narcos apuestan a golpes para tomar el presupuesto, que no el cielo, por asalto.

Tantas dicotomías reclaman un debate frontal. Los sectores democráticos debemos mostrar el músculo que nos reclama el país, salir del silencio como dice hasta el episcopado. Mostrar qué es lo que las guarimbas impiden.  Y debemos hacerlo pronto, antes de que la MUD deba meterse a guarimbera para lograr auditorio.


@rricardorios1


Publicado en el Diario Tal Cual en marzo de 2014

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