Ya son más de 22 los hogares enlutados por la
atroz política represiva, tan torpe como
la política económica que le tendió la cama a la agudización de una crisis
provocada por el fracaso de un modelo inviable en libertad. Las colas para
adquirir insumos básicos por el desabastecimiento, la inseguridad, la
inflación, la corrupción y el desastre en los servicios públicos son parte de
una larga lista de penurias que vivimos los venezolanos por culpa de un
gobierno multicefálico, con varias cabezas autónomas y enfrentadas a
dentelladas, que dan la sensación de que tenemos más de un gobierno, es decir,
ningún gobierno.
El país ha sido
sacudido en sus cimientos por una creciente lista de protestas populares que
han recibido del gobierno torturas, desapariciones, conculcación de derechos
ciudadanos con juicios simulados, balas, gases, perdigones y el uso de cuerpos
paramilitares ajenos al estado pero financiados por el gobierno. Ni una
respuesta política a las justas demandas de la gente, salvo una ditirámbica,
por chimba, Conferencia de Paz cuyos límites de participación son un corset muy
estrecho. En esa Conferencia, el patán de la AN pateo la mesa al anunciar,
en medio de una catarata de insultos, que
"Maduro no era débil". Aristóbulo dijo que no había nada que
hablar sino que obedecer, poniendo al país como una foto fija, como si de
diciembre a hoy nada hubiese pasado, borrando verbalmente las acciones del
pueblo en las calles. Como guinda de ese postre piche, el ministro del
Interior, o quien controle la GNB, inauguró un método represivo en Táriba y
Chacao muy cercano a las tácticas nazis para borrar Lídice del mapa: choquen
carros, invadan apartamentos, golpeen a los transeuntes que "ahí viven
puros escuálidos". En un país con todas las instituciones con los plazos
vencidos, este desbordamiento represivo, esta falta de conducción política del
estado, nos está llevando a situaciones muy peligrosas; pareciera que, en su
afán crematístico, los piratas del ejecutivo obvian que las reservas petroleras
de Venezuela dan unas rentas que alborotan muchas pasiones y que jugar a la
tonta viveza, apostando a que las guarimbas se enfriarán solas y que se
revertirán contra la oposición, sin darle respuesta al clamor popular, es
encender la mecha de este polvorín.
Creer en la represión como solución los llevó a que CNN no saque los
ojos del país, acentuando su mala imagen. Maduro no manda, de lo contrario no
se entiende que Diosdado intente esa desproporcionada y absurda demanda contra
Tal Cual, que no escuche a las universidades o a la iglesia para ampliar la
búsqueda de salidas democráticas, que rompa relaciones con Panamá agudizando la
escasez o que conmemore el primer aniversario de la muerte de su líder con un
gran vacío internacional. Esto más que un golpe parece un autogol. Habrá
diálogo con la gente en la calle, pero no a trompadas. Mientras más rápido lo
entienda el gobierno (?) menos dolor habrá que lamentar.
@rricardorios1
Publicado
en el Diario Tal Cual en marzo de 2014
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