martes, 5 de abril de 2016

Unamos la Unidad

Una de las cosas más difíciles de aceptar es que no es mala idea repetir las cosas que le dieron buenos resultados.

La Unidad, con su correlato organizativo la MUD, ha sido una de las propuestas más complejas y productivas de la historia reciente del país. Una somera revisión de su biografía nos muestra que ha estado marcada por un intenso debate entre esa ruta democrática que privilegia la participación popular a través de las elecciones y las luchas reivindicativas  y aquellas supuestas  soluciones expeditas de donde no saco ni el golpe de Carmona,  ni la abstención del 2005,  ni  las dos guarimbas.

Del acierto que significó la candidatura de Manuel Rosales al 6D-15, pasando por el 2D-07, las parlamentarias del 2010 y las dos candidaturas de Capriles, hemos avanzado en la consolidación de una mayoría democrática en condiciones extraordinariamente adversas, con no pocas derrotas en el camino, divisiones y conflictos internos muy severos.

No ha sido un camino exento de riesgos: miles de prisioneros, muertos, diputados golpeados y destituidos, alcaldes presos, desconocimiento de resultados electorales  dan fe de ello. Con una tenaz participación de los partidos,  y de los ciudadanos no organizados en partidos, hemos sabido  conjugar las diferencias en pro de la defensa de lo que nos une.

La MUD, el principal instrumento de conducción de la lucha democrática en Venezuela, es una organización creada para lograr que desaparezca, para que tengamos una democracia amplia donde la interacción partidista sea uno de los baluartes de la participación ciudadana; pero, ese momento no ha llegado y la MUD aún tiene mucho que dar.

Un resultado no deseado del 6D, ese que demostró que se pueden ganar elecciones, es que algunos entendieron que tiene sentido darle sabana a los proyectos primarios y básicos de las organizaciones, poner a competir propuestas y aspirantes a muchos cargos, todas labores inherentes al quehacer democrático sin duda alguna, pero que no siento que hayan sido debidamente priorizadas.

El principal mandato que se recibió del electorado fue el cambio. Convencimos a los venezolanos de que el modelo chavista se agotó, a tal extremo que el gobierno de Maduro lo hizo propio al agregarle que fue el rentista el que se agotó. No se pueden dejar de lado las expectativas de los electores sin consecuencias. No es un alerta pacato sino un firme reclamo lo que redacto.

La ruta multiforme para sacar a Maduro la veo más como una incapacidad de asumir una línea clara que un dechado de sabiduría estratégica, más una muestra de debilidad que de fortaleza que debe ser corregida con urgencia. Ya hay varias agendas en marcha para la elección de gobernadores, sin que ninguna esté incorporada a lo que arriba dije que fue el mandato popular del 6D.

El país marcha por un derrotero de tragedias, los signos de descomposición pasan a ser rasgos, nuestros electores quieren líneas claras de acción que apunten a superar este desastre y no  permitir que se perpetúe por la vía de los hechos, a través de trapisondas y negociaciones de baja luz.

No hago un reclamo catastrofista, reconozco los logros alcanzados en tan corto tiempo en la AN, sobre todo al poner de relieve el carácter cada vez más dictatorial del régimen de Maduro con el rol asignado al TSJ. Es porque valoro en alto grado que actuando unidos somos más poderosos y eficaces, que escribo estas notas.

He visto expresiones de sectarismo de mozuelos, etarios o mentales, anunciando la supremacía de SU proyectico. Hago un alerta temprano: unamos la Unidad.

@rricardorios1



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