martes, 10 de febrero de 2015

Mentiras para salir de la crisis

Cuando al país se le sale el relleno por todas las costuras, a uno le de cosa ponerse a escribir sobre temas que no toquen la poco original terapia maduriana de curarse la sarna tapándola con una chaqueta, como eso de esconder las colas en sótanos que son usados como estacionamientos, sin la ventilación adecuada, o atapuzando de gente el interior de los locales violando todas las disposiciones bomberiles al respecto.  Cree comprar tiempo con medidas efectistas de claro corte electoral, como esa donación de publicidad que le hizo al desprestigiado presidente de la AN para que cogiera prensa allanando los locales de una cadena de abastos en barrios, acusándolos de tener  un almacén donde centralizan los productos que van a distribuir después. Eso es tan bufo que simularon haber encontrado evidencias de la complicidad de las empresas Polar, porque de esa empresa era la mayoría de los productos expropiados en ese allanamiento de promoción electoral, aliñado con fingido asombro del diputado-candidato; como si no fuese cosa sabida que el gobierno le sigue la traza a lo que produce la Polar hasta el detalle del número de chapitas para las botellas de cervezas que venden. En la toma de una colina estratégica en esta guerra económica de comiquitas, Maduro redactó un decreto prohibiendo vender harina precocida aliñada con cereales, a efectos de proteger al pueblo de los melenudos o como les diga.

Optan por mentir para solucionar  la crisis de desabastecimiento, dicen que la distribución se va a regularizar cuando los camiones vuelvan a las carreteras en febrero, porque los venezolanos “celebramos demasiado las navidades y eso trajo escasez” como afirmó un plumífero del régimen hace unos días. Solo a Maduro se le ocurre,  en medio de esta atroz escasez de medicamentos, cerrar las únicas farmacias donde se consigue acetominofén. Otra tontería más, expropiarán unos estantes vacíos en unos locales vacíos porque esa gente se va para Colombia, donde prosperan ampliamente.

La mentira es general, estafó a su propia militancia presentando una dirección nacional del PSUV de consenso, el pacto de los alacranes panzones, siendo que su propio congreso aprobó elegirla por la base. Presentó una engañifa para pescar incautos con el fin de hacer creer que seleccionarán 50% de mujeres y 50% de jóvenes en sus planchas a las parlamentarias.   Se puso a  denunciar  golpes de estado mientras sus militares celebraban el fracasado golpe del 4 de febrero de 1992, que él no apoyó, como un éxito. Tal vez esa sea la fuente filosófica de sus reflexiones: el fracaso es un éxito. 

PS: El ingenio sufre una pérdida terrible, no se me ocurre la vida sin leer la caricatura de Zapata. Ese héroe del humor nos regaló el afiche para nuestra toma de posesión como dirigentes de la FCU-UCV, que fue usado para encarcelarnos en Honduras. La libertad pierde un genio. Nos reiremos del poder leyendo  discursos, sustitución procaz de la plástica esdrújula por la plastica grave, muy grave. Zapata, píntame un perro.

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