domingo, 4 de enero de 2015

Vamos a gobernar



¡Feliz 2015!

 Sin ambages ni matices, yo nos deseo toda la felicidad que merecemos. Hagamos un pacto: vamos a poner todo lo que esté de nuestra parte para que todo lo bueno que nos deseamos se haga realidad.

El título se lo he escuchado de diferentes maneras a Chúo, es como el lema que guía su accionar. Para que eso no sea solo un buen deseo hay que cambiar muchas actitudes y debatir con claridad, públicamente como lo pide Benjamín Scharifker y con la debida inteligencia para no servirle la mesa al PSUV, como le enmiendo yo.

Citando al director de Tal Cual, gobernar es algo serio y requiere de una revisión lo más clara posible de sus componentes. Gobernar y llegar a gobernar son dos procesos muy distintos pero inseparables, no hay cómo gobernar democráticamente dando un golpe de estado. Le costó una mortandad entender eso al FSLN y ahora navegan sobre ese aprendizaje tan doloroso.

Caracterizar el gobierno de Maduro se está volviendo tan aburrido intelectualmente como hacerlo con el de Lusinchi, un lento y ruinoso deja vu recorre las mentes de los intelectuales políticos que se interesan en Venezuela, hasta su crisis del Calda le está regalando Guyana a Nicolás.  No obstante, es a este gobierno al que hay que superar, por lo tanto debemos atacar los problema de que tiene una base electoral debilitada mas aún fuerte, que los ingresos petroleros son pocos para muchos pero mucho poder para pocos, que el ejército es el verdadero partido en el poder, que le quedan buenas relaciones internacionales y que cuenta con todo el poder institucional del estado. Salvo lo del ejército, como Lusinchi.

La  MUD, que es la única alternativa que existe, tampoco está viviendo días luminosos. Parte de su base social es muy sensible al extremismo y las salidas fantasiosas. Esto lo saben no pocos oportunistas que disfrazan sus urgencias administrativas sobre el estado venezolano con llamados alocados al valor y la confrontación … de otros.  Al comienzo del 2014 bien se pudo dar un debate que dejara a cada quien en su lugar, lamentablemente “el camarada Mauser” y el Twitter  tomaron la palabra y esos no saben razonar muy bien. Se obvia que lo fuerte hay que consolidarlo, si de gobernar se trata. Ganar sin conocer con cuál parque se cuenta y cómo usarlo debe estar entre los consejos que nunca darían Napoleón o Yogui Berra

Tenemos enfrente las parlamentarias, esas hay que ganarlas o no salir tan mal. El gobierno empezó el 2015 en campaña y la MUD no del todo. Son instancias incomparables; yo, con la mitad de los reales de Maduro, hago cardenal a más de un monaguillo. Pero el reto está allí, se corre el riesgo grande de que un tercer protagonista aparezca, o varios terceros protagonistas, y saquen de su zona de confort  al  polarizado panorama  actual.

Tareas: programa político, organización, incorporación de nuevos liderazgos,  consolidación de los existentes y  estrategias locales. Plata para la campaña y la más grande unidad posible.   Son  deseos que se pueden hacer realidad. 

@rricardorios1

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