Ese
título, con música del “Pavoreal”, resume la impresión del lamentable
espectáculo que presentan los candidatos del PSUV a las distintas
gobernaciones. Una veintena de desangelados dando tumbos por el país, con una
campaña tan disparatada que los afiches de uno se pueden usar para atacar a
otro, dan la sensación de que los demonios que tenía amarrados la elección
nacional se desataron en una desaforada carrera, unas veces sucesoral y otras
veces de desplazamiento. Aceptando lo que proponen Rangel Gómez o Castro Soteldo,
uno debería votar por Capriles; pero, si
uno le para a Ameliach, hay que rechazar a Jaua. Yelitze Santaella le creyó el cuento a Schemel y decidió esperar
en una mecedora a que le serruchen las patas al Gato, mientras la MUD deshoja
de manera suicida la margarita. Luis Acuña es el candidato del anticonsenso, se
lo impusieron a un partido dividido y ahora ninguno de los bandos le hace
campaña.
Muchos
ofrecen rescatar o salvar las gobernaciones, mientras Aristóbulo se compromete
a “desfaratarlas”. El general del naufragio Mata Figueroa tiene la isla de
Margarita atiborrada de pendones pegados por soldados traídos de tierra firme y
ni en Antolín del Campo levanta entusiasmo. El auténtico líder del pueblo
aragüeño, tachirense o macuteno si las circunstancias lo permiten: Tareck El
Aissami, sigue tratando de entender los límites del estado y lo han tenido que
reforzar con muchas chicas del Frente Francisco de Miranda porque le dio por
hacerle oposición a Rafael Isea, antiguo niño dorado del chavismo. El nunca
fiel, ni confiable, Arias Cárdenas, con su tono andino y su pasado copeyano, convertido
en el rey del galimatías para justificar sus reiterados embarques, reparte la
plata que le dieron para octubre, y que no gastó, para calmar el disgusto de
los muy regionalistas zulianos. En Mérida, los chavistas de uña y pezuña
cuentan con un originario Castro Soteldo para rechazar la imposición de un tal
Alexis. En Apure, El Orza se alza contra un guariqueño en San Fernando y en
Guárico se alzan contra un barinés que le encanta El Amparo. Un gerente que
defiende y promueve la empresa privada, ex-zar del SENIAT, promueve el
(des)Comunal estado socialista nuevo.
En Trujillo
están como en Sucre, con un exministro de la Defensa a quien no le juramentan
sucesor por las mismas razones antes expuestas. Paremos el cuento. El santo de
la capilla se fue para La Habana a oxigenarse, la sensación de una partida de
tipos peleándose la sucesión es generalizada. El chantaje ese de que “si no
votas por mí, Hugo no te da platica” se tambalea por carencia de reales y de
realismo. El Vicepresidente Ejecutivo parecía un coleado en al acto de los
avioncitos chocones, con Diosdado como figura egregia del protocolo. El proceso
constituyente del nuevo plan socialista, no es constituyente sino un debate.
Hasta Mario Silva se desespera porque Pérez Pirela lo desplaza. Los reclamos
populares aumentan. Parece que estuviéramos en 2019. VOTA
@rricardorios1
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