viernes, 19 de septiembre de 2014

Ataques a Capriles: autocrítica chavista

En los predios del excelente servicio de Psicología de OBE-UCV (valga la cuña para ayudarlos para que les aprueben los nuevos cargos que necesitan), escuché una charla psicoanalítica donde mencionaron el concepto de Transferencia. Lego, y osado como buen ignorante, encuentro una clara aplicación de la  siguiente definición que saqué de Wikipedia “función psíquica mediante la cual un sujeto transfiere inconscientemente y revive, en sus vínculos nuevos, sus antiguos sentimientos, afectos, expectativas o deseos infantiles reprimidos” en los ataques recientes que el chavismo le lanza a HCR. Sin pretensiones de dar una lista exhaustiva de ejemplos, uno nota que, según Diosdado, la violencia en Cotiza proviene del agredido. Ve como acusan a HCR de estar oculto, los mismos seguidores de un candidato que opina en VTV con fotos viejas, donde aparece joven y su voz en off. Lo critican por no estar definido ideológicamente, los practicantes de un batiburrillo político que hoy lo llaman socialismo del siglo XXI, luego de ser Tercera Vía, humanista, cristiano, bolivariano, mirandino, robinsoniano, zamorano, 3-2-1 raíces, peronista ceresoliano etc.
Siguiendo consejos de los asesores cubanos insulares para un debate elevado, los oficialistas apelan a una batería de denuestos, insultos grotescos e insinuaciones homofóbicas que llaman la atención. Mari Pili dijo en VTV que tenía dudas de la virilidad de HCR porque no tenía figura femenina conocida desde hace rato y uno se pregunta ¿de Marisabel para acá, quién acompaña al otro? Peligrosa transferencia.

Ciertamente, el chavismo es un proyecto agotado y sin ideas nuevas, que apela a la censura de los medios para que no se note su estancamiento. Las declaraciones de la FGR Luisa Ortega sobre el agua contaminada son otro buen ejemplo de transferencias de acusaciones: ¿dónde están los reportes de los alcances de la Misión Vivienda con la que estafan las esperanzas de los refugiados? No solo el agua sucia produce angustias. Puestos en el diván, diagnostico, en manifiesto ejercicio ilegal de la profesión,  que para unos militantes de un partido totalitario como el PSUV, donde votan a un felino por tener malos pensamientos, no hay más salida que criticar en Capriles lo que quisieran decirle a su jefe. Por algún lado hay que descargar tantas imposiciones dedocráticas, sin que el dedo sea una referencia fálica.

Más que una campaña sucia, es la reaparición de sus antiguos horrores de infancia, esos que revivieron los 3 millones de demócratas que estamos consiguiendo los otros dos votos que nos encargaron. Como una patología alborota a la otra, inventaron encuestas con 30% de ventaja para esconder los desastres del Comando Carabobo, sustituyendo con deseos duras realidades. Nosotros, resignificados en el camino democrático, marchamos unidos hacia la victoria el 7 de octubre. Concluyo con una frase freudiana: Capriles los tiene locos.



@rricardorios1

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