En los predios del excelente servicio de Psicología de
OBE-UCV (valga la cuña para ayudarlos para que les aprueben los nuevos cargos
que necesitan), escuché una charla psicoanalítica donde mencionaron el concepto
de Transferencia. Lego, y osado como buen ignorante, encuentro una clara
aplicación de la siguiente definición
que saqué de Wikipedia “función psíquica mediante la cual un
sujeto transfiere inconscientemente y revive, en sus vínculos nuevos, sus
antiguos sentimientos, afectos, expectativas o deseos infantiles reprimidos” en los ataques
recientes que el chavismo le lanza a HCR. Sin pretensiones de dar una lista exhaustiva
de ejemplos, uno nota que, según Diosdado, la violencia en Cotiza proviene del
agredido. Ve como acusan a HCR de estar oculto, los mismos seguidores de un
candidato que opina en VTV con fotos viejas, donde aparece joven y su voz en
off. Lo critican por no estar definido ideológicamente, los practicantes de un
batiburrillo político que hoy lo llaman socialismo del siglo XXI, luego de ser
Tercera Vía, humanista, cristiano, bolivariano, mirandino, robinsoniano,
zamorano, 3-2-1 raíces, peronista ceresoliano etc.
Siguiendo consejos de los asesores cubanos insulares para
un debate elevado, los oficialistas apelan a una batería de denuestos, insultos
grotescos e insinuaciones homofóbicas que llaman la atención. Mari Pili dijo en
VTV que tenía dudas de la virilidad de HCR porque no tenía figura femenina
conocida desde hace rato y uno se pregunta ¿de Marisabel para acá, quién
acompaña al otro? Peligrosa transferencia.
Ciertamente, el chavismo es un proyecto agotado y sin
ideas nuevas, que apela a la censura de los medios para que no se note su
estancamiento. Las declaraciones de la FGR
Luisa Ortega sobre el agua contaminada son otro buen ejemplo
de transferencias de acusaciones: ¿dónde están los reportes de los alcances de la Misión Vivienda con la que
estafan las esperanzas de los refugiados? No solo el agua sucia produce
angustias. Puestos en el diván, diagnostico, en manifiesto ejercicio ilegal de
la profesión, que para unos militantes
de un partido totalitario como el PSUV, donde votan a un felino por tener malos
pensamientos, no hay más salida que criticar en Capriles lo que quisieran decirle
a su jefe. Por algún lado hay que descargar tantas imposiciones dedocráticas,
sin que el dedo sea una referencia fálica.
Más que una campaña sucia, es la reaparición de sus
antiguos horrores de infancia, esos que revivieron los 3 millones de demócratas
que estamos consiguiendo los otros dos votos que nos encargaron. Como una
patología alborota a la otra, inventaron encuestas con 30% de ventaja para
esconder los desastres del Comando Carabobo, sustituyendo con deseos duras
realidades. Nosotros, resignificados en el camino democrático, marchamos unidos
hacia la victoria el 7 de octubre. Concluyo con una frase freudiana: Capriles
los tiene locos.
@rricardorios1
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