El PSUV, en sus estertores
electorales, anda inventando de todo para ver si logra cambiar la imagen del
peor gobierno que hemos padecido, incluida la llegada de Boves a Caracas. Van
desde bajarle el precio a unos zapatos de goma hasta la intervención masiva de
las universidades autónomas.
Esta aplicación disparatada del
“Estado y la Revolución” (Lenin, 1917), ha hundido al país en una crisis general de
grandes proporciones. La corrupción y el militarismo voraz han violentado todas
las reglas del juego democrático, copiando del libro citado la destrucción de
las instituciones y “bajarle el sueldo a los ingenieros y demás profesionales a
nivel de un obrero”, como recomendaba el autor ruso para enterrar al estado
burgués, pero obviando eso de impedir el enriquecimiento de los funcionarios…
La política salarial oficial está
orientada a desestimular la carrera académica para debilitar el prestigio de
las universidades. La FAPUV ha hecho de la defensa del salario de los
profesores un componente fundamental para la defensa de la academia, de la
universidad libre, autónoma y democrática.
Nuestras universidades, hasta las
creadas en los últimos 16 años, han sido un centro de resistencia contra la
imposición de un modelo de pensamiento único en el país. Es una confrontación
desigual, no hay guerra más asimétrica que la que libran las universidades contra el estado petrolero
que las quiere arruinar.
El sistemático cerco presupuestario
ha mermado mucho su capacidad de funcionamiento. La política de pagar todo con créditos
adicionales atrasados, destinados a cubrir los compromisos laborales, llevó la
vida de la universidad a niveles de sobrevivencia.
Para el aparato propagandístico
oficial, la frase Universidad Autónoma es un símbolo a derrotar, les falta poco
para gritar ¡Muera la inteligencia! Ya se escucharon los primeros acordes de
esa cantata macabra en la AN, cuando aprobaron un acuerdo nefasto, alineado en
esa absurda estrategia de control total, contra algo que no existe: nadie ha
convocado a paro alguno, no hay condiciones para trabajar.
El PSUV presentó un acuerdo
impermeable a los argumentos. La pieza oratoria del diputado Miguel Pizarro
desmontando línea por línea el adefesio intervencionista, no los motivó a
corregir ni los errores de sintaxis y prosodia que plagan ese monumento a la mentira.
Aducen los diputados oficiales
que los profesores cobramos sin trabajar, ocultando deliberadamente todo los
que uno hace para garantizar una docencia de calidad. Usan la estrategia vil de
que acusar es rápido y explicar es lento. Apelan a la viveza de los fulleros
para contrabandear sus patrañas, incluidos exuniversitarios que apagaron las
luces de su conciencia en el altar de la sumisión, triste es decirlo.
La idea queda clara, el 6D hay
que salir a votar. Para el abuso y la maldad es que el madurismo quiere seguir
dominado a la AN. Para defender al pueblo, para impedir que estas estratagemas
del odio sigan marcando la política nacional es que vamos a conquistar la nueva
mayoría en el parlamento.
¿Y el hombre nuevo? Anda por ahí,
ayer lo vi fajado con varios estudiantes más tratando de entender un rudo
teorema de amplia aplicación. Era una muchacha, tenía luz en sus ojos, esa luz
que vence la sombra.
@rricardorios1
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