Esta trilogía es
la síntesis de una conversa entre
consuetudinarios comentadores del quehacer político para resumir la estrategia electoral oficial para las
parlamentarias.
Con Dakaso
aludimos a la eficiente maroma política que le sirvió a Maduro para cambiar la
adversa tendencia electoral en las municipales.
Su primera versión 2015 fue el antimperialismo electorero de Maduro (TC 24-03-15),
que no resultó lo esperado. Pese a los desesperados esfuerzos de JVRangel por colocar a la oposición democrática
en el rincón de la antipatria, la aceptación de Maduro no salió del intervalo
de error que pone su gestión en un 22%
de aprobación. La trampa de la
recolección de firmas mostró su burda
faceta electoral cuando pidieron el número telefónico de los supuestos
firmantes. Otra vez el PSUV usa los recursos del estado para armar bases de
datos actualizadas (atención Tiby).
La promoción de
la abstención en el campo opositor es
una maniobra estándar en todos los
procesos electorales. Aparecen en las redes los “desilucionados” y los “expertos
electorales”, intensos personajes dedicados a sembrar desaliento y desconfianza
en la fortaleza de la ruta democrática. Recomiendo leer los artículos de CRHernández,
LMEsculpi o EOAntich quienes no han ahorrado tinta y sesos
desmontando tales falacias, poniéndolas en su santo lugar: una práctica
objetivamente aliada del oficialismo. Las elecciones se ganan con votos; si
usted no vota, los míos valen doble, da vergüenza tener que argumentar eso. La
desinformación y el totalitarismo informativo de la llamada hegemonía
comunicacional, abonan el terreno de los rumores en el fértil campo de nuestra
pasión por creerlos, por tener el “dato” antes que nadie, apelando tal vez a
nuestra acendrada cultura hípica. Leer los tuits de Chúo Torrealba al respecto.
La división es
algo que apareció con eficacia en el round Capriles-Chávez, cuando el CNE
(atención Tiby) rodeó “convenientemente” las tarjetas de apoyo a HCRadonsky con las de
partidos de ocasión, esos que saltaron
la talanquera luego de una operación financiera en el hotel El Conde de
Caracas. La MUD vivió momentos de franca división en 2014, cuatro “planes
estratégicos” surgieron como alternativas a las elecciones parlamentarias, con
un alto costo en credibilidad y organización que desmovilizó su aparato
electoral. El cambio de vocerías en la MUD, con particular paciencia, ha
servido para recomponer el tejido unitario; pero hay muchas fisuras,
magnificadas por ásperas aspiraciones,
personales o partidistas, de entrar a la AN en un momento favorable. Surgen
múltiples “terceras vías” reclamando su reconocimiento organizativo o personal.
En ese río revuelto el chavismo financia algunas opciones “auténticamente opositoras”.
El complejo esfuerzo de conjugar a 34 partidos en unas planchas con no más de
70 puestos salidores, 140 metiendo los suplentes, sirve al diablo para que
siembre su cizaña.
@rricardorios1
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