martes, 7 de abril de 2015

Dakazo, abstención y división



Esta trilogía es la síntesis de una conversa  entre consuetudinarios comentadores del quehacer político  para resumir  la estrategia electoral oficial para las parlamentarias. 

Con Dakaso aludimos a la eficiente maroma política que le sirvió a Maduro para cambiar la adversa tendencia electoral en las municipales.  Su  primera  versión 2015 fue  el antimperialismo electorero de Maduro (TC 24-03-15), que no resultó lo esperado. Pese a los desesperados esfuerzos  de JVRangel por colocar a la oposición democrática en el rincón de la antipatria, la aceptación de Maduro no salió del intervalo de error que pone su gestión en un  22% de aprobación.  La trampa de la recolección de firmas mostró su  burda faceta electoral cuando pidieron el número telefónico de los supuestos firmantes. Otra vez el PSUV usa los recursos del estado para armar bases de datos actualizadas (atención Tiby).

La promoción de la abstención en el campo opositor  es una maniobra estándar  en todos los procesos electorales. Aparecen en las redes  los “desilucionados” y los “expertos electorales”, intensos personajes dedicados a sembrar desaliento y desconfianza en la fortaleza de la ruta democrática. Recomiendo leer los artículos de CRHernández,  LMEsculpi o EOAntich  quienes no han ahorrado tinta y sesos desmontando tales falacias, poniéndolas en su santo lugar: una práctica objetivamente aliada del oficialismo. Las elecciones se ganan con votos; si usted no vota, los míos valen doble, da vergüenza tener que argumentar eso. La desinformación y el totalitarismo informativo de la llamada hegemonía comunicacional, abonan el terreno de los rumores en el fértil campo de nuestra pasión por creerlos, por tener el “dato” antes que nadie, apelando tal vez a nuestra acendrada cultura hípica. Leer los tuits de Chúo Torrealba al respecto.

La división es algo que apareció con eficacia en el round Capriles-Chávez, cuando el CNE (atención Tiby) rodeó “convenientemente”  las tarjetas de apoyo a HCRadonsky con las de partidos de ocasión, esos que  saltaron la talanquera luego de una operación financiera en el hotel El Conde de Caracas. La MUD vivió momentos de franca división en 2014, cuatro “planes estratégicos” surgieron como alternativas a las elecciones parlamentarias, con un alto costo en credibilidad y organización que desmovilizó su aparato electoral. El cambio de vocerías en la MUD, con particular paciencia, ha servido para recomponer el tejido unitario; pero hay muchas fisuras, magnificadas por  ásperas aspiraciones, personales o partidistas, de entrar a la AN en un momento favorable. Surgen múltiples “terceras vías” reclamando su reconocimiento organizativo o personal. En ese río revuelto el chavismo financia algunas opciones “auténticamente opositoras”. El complejo esfuerzo de conjugar a 34 partidos en unas planchas con no más de 70 puestos salidores, 140 metiendo los suplentes, sirve al diablo para que siembre su cizaña.  

@rricardorios1

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