martes, 24 de marzo de 2015

Maduro electorero



El término electorero se refiere a las maniobras que hacen algunos políticos para buscar votos con medidas efectistas, antes que con programas y propuestas. La definición parece sacada del Manual de Scouts, pero conocerla es útil para curarse en salud.

El chavismo tiene tácticas electoreras ya estandarizadas. Antes de cada proceso usa el dinero estatal, suyo y mío, ora con ribetes de juegos de lotería como la Misión Vivienda, ora con repartos viles como el Dakaso; dejando a las fuerzas democráticas perdidas en un mar de defensas  abstractas sobre el respeto a la dignidad humana o la defensa de la propiedad privada y las leyes. Lo electorero es ortogonal a la decencia, bordea el COPP y niega los valores que enseñan en las escuelas. 

Cuando se habla del uso impúdico de los bienes públicos para fortalecer al PSUV, no se tiene idea del alcance de esa denuncia. No se paran en mientes, son activistas del todo vale. En todas las campañas inventan formas de usar la información oficial para armar listas de electores, combinando las UBCh con los solicitantes de becas o misiones para presionarlos, con el garrote de la nefanda lista Tascón en la mano, que  no en balde el mazo es un símbolo para ellos. Su nuevo invento son las 10 millones de firmas para defender la patria. Sin rubor, le agregan a la protesta contra Obama una columna para el teléfono y otra para el correo electrónico, armando un refrescado listado de electores afines y un chantaje enorme para quien no firme: traición a la patria, más la amenaza de que así saben quién vota y cómo vota.

También promueven la abstención en el campo democrático, con  cuentos sobre pactos secretos y aforismos de origen dudoso, como eso de que votos no sacan dictaduras o que el CNE es un enjambre de cables conectados a artefactos medio telepáticos de un organismo que no existe llamado G2.  Se entiende la indignación de algunos columnistas cuando tienen que gastar tinta e intelecto en explicar que las elecciones se ganan con votos.  

El chavismo saca cantidades enormes de dólares a través de múltiples vías para tener con qué financiar sus campañas electorales, pagándole el sacrificio con coimas a los abnegados que prestan su nombre. Todo marchaba bien, los chinos cambian petróleo por afiches y aparatos de comunicación, los asesores españoles agarran lo suyo, etc. hasta que el vil imperialismo les puso una trabita en el camino, demostrando de paso que hay cuatro mafias temibles en el lavado de dinero: la rusa, la china, el cartel de Sinaloa y el club de los exviceministros del primer anillo de seguridad del difunto. He ahí el callo pisado por el decreto de Obama. 

Algo se le ocurrirá, pero Maduro enfrenta  una severa crisis económica, la pérdida de la fe de la gente en su palabra, la desmovilización de sus seguidores, la caída de los precios del petróleo,  el desconocimiento interno de su liderazgo y el bloqueo de parte de sus fondos de campaña. Con razón hay tanta gente peleando por una curul en la MUD, como que hay posibilidades esta vez. 

@rricardorios1

No hay comentarios: