martes, 24 de febrero de 2015

Ho Ho Ho



Es la onomatopeya de la risa en tono de dignidad frente a las desmesuras del poder. Es el nombre de un diminuto ser que desde el parto fue un luchador tenaz, sabio, persistente y muy firme, tanto que siempre fue un diestro negociador. Dos años después de su muerte, se dio lo que tanto soñaba: un Vietnam unido, mirando al futuro con la felicidad de la sonrisa de un niño, que poeta también era este titán que se comió 4  presidentes de USA y  la Banda de los 4 en China.

¿A qué viene esta referencia a Vietnam en un día sin efemérides sobre el tema? Pues a que este es mi último artículo de esta temporada en Tal Cual, un periódico con la terquedad histórica de Ho Chi Min.  No sé a cuántos les importe hoy la gesta vietnamita, pero a mi me sigue emocionando y como el que escribe lleva puesta su alma bajo el pellejo, la saca a pasear para que se ventile un poco.

Como el Napalm que la estupidez de Mac Namara hizo llover sobre los bosque del sureste asiático; la justicia venezolana, cruel oxímoron,  amparó la guerra de tierra arrasada que esta dictadura en gotas, ahora en cucharadas y ojalá que jamás en enemas, lanzó contra la figura y el porte intelectual de Teodoro Petkoff.

Tal Cual resultó el  Den Bien Phu de la intolerancia de Chávez contra ese placer de hablar desde los cojones del alma que en los predios de este periódico se practica. Se  ha pasado de la ofensiva del Tet a las negociaciones de París,  caminan por la redacción Vo Guyen Giap y Le Duc To. Los vientos de libertad que vio flotando en el aire la mirada penetrante de Bob Dylan, refrescan aún la cabeza de una juventud que se remonta sobre el trillado concepto de patria para denunciar las injusticias. Esos vientos están en los escritos de los geniales articulistas que hicieron de Tal Cual un emporio del saber político contemporáneo, excluyéndome sin falsas modestias porque para mi esta ha sido una de mis promociones como humano más importantes.

Los vietnamitas cambiaron de rumbo muchas veces,  la potencia del agresor era tal que lo que menos se les ocurría era la confrontación total. Con la paciencia de los sabios, aprendieron en refugios como renovar los periclitados misiles SAM7 rusos para convertirlos en los destructores de las estratofortalezas B52, al extremo de tumbarle más de la mitad de la defensa estratégica del Pacífico a USA, sin dejar de usar los palitos contaminados con fermentados orines de vaca  que le hacían la vida imposible a la infantería invasora.

Nuevas condiciones imponen nuevas estrategias. Se mantiene Tal Cual semanal, se repotencia el camino digital, el objetivo final es esa sonrisa infantil arriba descrita. Cruje de nuevo el costillar de Rocinante,  el fétido aliento de la represión, terminal expresión de los enemigos de la libertad, se siente en la detención de Ledezma. Con la fuerza de aquellas muchachas que se acostaban en las líneas del tren en Francia para impedir que los insumos militares pudiesen llegar a Argelia,  he aquí mi pluma para hacer florecer la paz y el amor que inspira mi alma oreada. Gracias Teodoro. Gracias Tal Cual

@rricardorios1

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