Si yo tuviera un spray, y no hubiese cumplido ese montón de años
recientemente, hubiera tapizado Caracas con la pinta ¡Jaua Corrupto! Pero, como
este diario no aguanta más demandas, apelo a la tangencia para decir lo que cualquiera entiende, mas sin decirlo porque le temo a la
represión y la censura.
Si yo no tuviese tanto miedo a que me metan una demanda contra mi
magro salario de profesor universitario, seguro escribiría sin eufemismos que
la carta aclaratoria de Elías sobre el caso del maletín artillado es una confesión
de peculado de uso, pero decir eso es poner a Tal Cual otra vez en las puertas
de otro tribunal.
Que un funcionario tenga a su disposición aviones de PDVSA para
llevar a su señora a curarse a un hospital carísimo en Brasil, ya es motivo de
sanciones; pero, que además lleve a la nana de sus niños, lo que hace suponer
que los niños podrían estar en Sao Pablo y con la suegra incluida, es una muestra
de la prepotencia con la cual nos gobiernan; de lo poco que cuidan las formas y
del poco control que existe sobre la gestión de los dineros públicos que les
dan para administrar. Uno piensa en aquel tirapiedras que amenazaba con quemar
la UCV si incrementaban en un bolívar el precio del comedor, luego ve a este prepotente
que siente que lo único que debe explicar es que la nodriza no lo obedeció
adecuadamente al dejar el revólver en el maletín, un 38 Smith and Wesson del
especial: el mismo de Pedro Navaja, y concluye que este país es gobernado sin
ética, orden, ni concierto. De encapuchado a pistolero hay un tramo muy turbio de
abusos de poder. Ya olvidó hasta que era lo que envidiaba cuando quemaba autobuses
porque lo tiene en casa.
Uno no comparte pero comprende bien las razones de la Marea
Socialista por desmarcarse del gobierno. El mismo rechazo a gobernantes
jaquetones que desprecian el rol del control ciudadano que trajo a Chávez,
recorre de nuevo el país.
La urgencia de salir de esto crece, la crisis es global:
económica, anómica, ética, pelética, peluda y peletancuda, como decía la vieja canción.
La corrupción vuela descaradamente en aviones de PDVSA, el CICPC es
desmantelado por grupos parapoliciales que hasta le ponen un ultimátum a
Diosdado. Maduro le dio al país su colita en un avión de PDVSA para tirarlo en
barrena. La división del chavismo es tan grave que a uno se le antoja que lo de
Jaua no es un error sino una delación para ponerlo en evidencia. Al menos eso rima
con los versos que sacaron a Giordani, Navarro, Ramírez y Rodríguez Torres.
No es causa menor que entre los documentos incautados a la incauta
nodriza viajera, esté uno sobre las estrategias para ganar las legislativas. Ya
es hora de que nos demos cuenta que estamos en pleno proceso electoral
parlamentario, que el chavismo tiene fisuras, pero que no está dispuesto a
perder la AN. El equipo de Chúo tiene que montar ya las estructuras electorales
de la MUD, para poder denunciar públicamente lo que hoy, por proteger a Tal
Cual, no me atrevo a escribir.
@rricardorios
3 comentarios:
Buen análisis. Pensé lo mismo cuando la "aclaratoria". O sea, puedo viajar con la familia, la "nanny" y etcéteras, en los aviones de PDVSA. En la Facultad de Derecho me enseñaron que eso es un delito llamado peculado de uso.
Pero, a juzgar por las actuaciones de los tribunales, incluyendo el TSJ, el COPP y la Constitución son en realidad tratados de ciencia ficción.
A veces provoca quemar el título de abogado, ¡cara..mba!
Que puedo agregar que no hayas dicho ya, con tan excelente articulo,pienso como tu que esa informacion no viaja sola y que el hecho de que salga a la luz publica nos envía el mensaje de que tan divididos están ,pero me ocupa el que aun sabiendo todo esto estemos paralizados para hacer el trabajo electoral para ganar los espacios perdidos como la AN y este corriendo el tiempo y no mostremos la estrategia a seguir,así no se gana ni una rifa menos una elección donde ellos tienen el poder,tenemos 15 anos estudiando ya es hora de graduarnos y ganar !
No quenes el título que nos harás mucha falta cuando la ley sea el único medio para resolver confilcots de intereses
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